Atiborrado de pastillas,
borrada y sin piel mi ánima.
Cansada de heridas
de cada mañana
me amputé ilusiones
de fuerzas y batallas.
Mis palabras
sustituirán mis brazos,
serán iconos al alba,
saliendo de mis dedos ateridos
desde el alma
donde te guardé..
Buscarán cerca del costado,
en tu corazón,
consuelo divino.
Doblé los abrazos,
manchados de llanto
con los ojos huecos.
Sé que es negro,
el alma y sus flecos.
¡¡Pero yo he vivido!!.