Soy del vino enamorado.
Ingerir sin que te dañe,
ni en el abismo extasiado
quedes tú, dicen que es Arte.
Mansamente su alegría,
camino del estropicio,
puede clavarte puñales
y hacerte perder el juicio.
De consecuencias mortales
es si se convierte en vicio.
Mas es sangre del Señor
bien usado en buen vinillo.
Beber sin tener secuelas.
Que así, la salud presente,
se ve que el vino refuerza
en el común de las gentes.
Milagroso consumir,
que nos da fuerza y locura,
es placer y es elixir
bien tomado y con cordura.
Acompaña el buen comer.
Delicia del paladar
un buen caldo puede ser
si se sabe degustar.
Pedro Jesús Cortés Zafra.