1 agosto 2014
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Quiera Dios que se canse tu angustia,
y la duda abandone tu mente.
Quiera Dios que derrotes quimeras
y florezcas segura y diligente,
para que, al fin, tu espíritu me quiera.
Ojalá que en tu pelo relumbren
las biznagas de nuestro jardín,
ojalá que te vaya muy lindo,
y que vuelvas queriéndome a mí.
Deseo que, por fin, tú comprendas,
que sin tu aire yo no sé vivir;
y que tengo impregnada mi hacienda
de tu aroma de rosa y jazmín.
Ojalá cruces tú el firmamento,
y te vengas conmigo a vivir;
que es seguro, que yo no te miento.
Solo quiero que seas feliz.
Pedro Jesús Cortés Zafra.
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