Nuestra insignia en la mano
apretada con fuerza,
prosigamos la ruta,
saquemos fuerzas de flaquezas.
Arrebatando a tu enemigo la úlcera,
con tu rigor de hembra.
Andando sobre el abismo alevoso,
con el alma aplacada por tu fiereza.
Enfrentando alegría a las uñas del cáncer,
haciéndole ver, con detalles, tu nobleza.
Yendo por caminos de colmillos y zarpas,
con gesto amoroso y tu gran entereza.
Cortándole trochas al roído maligno,
venciéndolo con esperanza cierta.