Antes de que escribanos
sin miramientos insistan
en tender sobre la historia
espesos mantos de olvido
robando protagonismo
a sus retiradas, a su rabia,
a su espíritu, a su resistencia,...
Rindo homenaje
a las mujeres y hombres,
del 15 M. desde el descaro
de mi pensamiento,
de su tristeza y entrega,
su agonía e infortunio,
en territorios de tinieblas.
Harto de los buitres
de cadáveres de usura,
con cientos de escribidores
que abdican el horizonte
al mejor oferente,
y van siendo cómplices
de las páginas desnudas
de diarios malditos.
Me declaro enemigo
del vasallaje de los rebaños
de humanos inconscientes.
Y encarnizado e insolente,
quiero desertar de mi vida
ornamental y esquiva
y apoyar este reto.