Tienes alma marina,
mi rosa de los vientos...
¡melancólica!.
Tienes imaginación
de feliz cabalgata.
por senderos de ángeles
y fantasmas.
Siempre pura y,
a cada instante, encrespada
en bosque de algas.
Corza ligera,
coronada de tormentas
últimas, torvas,
fugitivas y solemnes,...
¡Roca! y ¡rosa!.
Primavera roja,
tu tímida memoria.
Recuerdo horas
de naufragio
de tu luna de nauta.
Dicha joven,
por rayo frío, pasada.
Torente e himno
de impasible llanto
de lágrimas púrpura.
Pedro Jesús Cortés Zafra.