Cante Flamenco Patrimonio de la Humanidad
Tu piel no estará marcada,
si, el habla, no te arrebatan.
Tu piel no estará marcada,
Que el silencio es quien os mata.
Y el pensamiento lacera,
Dejando el alma dañada.
Cuando nos falten la Memoria y la Razón, siempre nos quedará
LA IMAGINACIÓN DEL ALMA.
(Reservados todos lo derechos legales de los textos de este blog)
Cante Flamenco Patrimonio de la Humanidad
Tu piel no estará marcada,
si, el habla, no te arrebatan.
Tu piel no estará marcada,
Que el silencio es quien os mata.
Y el pensamiento lacera,
Dejando el alma dañada.
Monarquía parlamentaria
Con poderes recortados.
Pero aún así... ¿se proteje
Al yerno del “soberano”?.
Si con corrección legal
Obra el poder judicial
Imposición superior
Seguro no aceptarán.
El asunto Urdangarín
¿Caería en silencio y olvido.
Si llegara la sentencia
Cuando prescriba el delito?.
No habrá fuerza que ya impida
El malestar general
Pues si el caso salpicara...
A la Familia Real.
Este caso debería
Causar renuncia del rey
Pues no cabe otra salida
Si es este un país de ley.
Aunque siga el mismo régimen
Que abdique es beneficiable.
Para que seamos al fin
Un país más habitable.
El rey no debe enrocarse.
Y sí, dejar la partida.
Para que empiece en Felipe
De la corrupión salida.
Aunque a mí me gustaría
Que se hiciese un referendo
República o Monarquía.
Que la legitime el pueblo.
Hoy quiero cantar un sueño:
Casa intranquila.
Siendo el color de la vista
Negra pupila.
Con una hoguera encendida
De estrella arisca.
Vino a visitarme el Diablo...,
Ansia y fatiga.
En un morir incesante
De muerte viva.
Pisando sordos ramajes
Linde enemiga.
Con pisada taciturna
De hechura estricta.
Me ofreció nobles éxtasis
Para mi vida.
A cambio el Diablo tenía
Que ser mi amo.
Me ofreció un orgullo fuerte...
Todo en mi mano.
Yo le negué el hospedaje.
Secreto bálsamo.
Traspuso en espeso viaje,
Como un relámpago.
Quedó mi alma limpia como
Cielo en verano.
Con el bigote amarillo,
Por el tabaco,
Les cuenta historias muy viejas
El buen anciano.
Historias de peregrinos,...
De trotamundos.
Que él encontró, en su camino,
Cuando él anduvo.
La palidez de sus manos,
Blanca azucena,
Se crispan por la emoción.
Se ven sus venas.
La atenta chiquillería
Está pasmada
Oyendo las valentías
Que les contaba.
Poniendo al revés su gorra
Cuando les cuenta
La vida del Bizco Andrés
Que en parte inventa.
Solo se queda el anciano
La historia acaba
Que ya es la hora del colegio
Y ellos se marchan.
A MARIFÉ DE TRIANA-
Por los mares del cante
Se fue la reina.
Que supo a sal su cante...
Málaga bella.
La Copla joven siente
Tristeza y pena.
Ya se llevó su arte
Alguna estrella.
Ritma el compás de su arte
La castañuela.
María de la O siente
Ya, pena negra.
Que no se ha muerto,
que no,
que tan solo ha ido al cielo
para cantarle a mi mare
que de siempre la admiró.
Barbas serpientes de miel,
El pescador.
Cincel son sus ojos tímidos.
Sueños de amor.
Barca de luz, sin peligro,
Es su ilusión.
Charco, ajeno a las corrientes,
Su corazón.
Pobre viajero sonámbulo,
Con gran tesón.
Lucero en aguas dormidas
Su fresco amor.
Forma ondulada de orilla
Es su pasión.
Pez de luna bruñida
Nunca cogió.
Negras la noche y las redes
Con la traición.
Llanto, de mares rebeldes,
Fue su dolor.
Ola encarnada
Suntuosa espuma.
Luminoso eco,
Sueños de bruma.
Oscuro insomnio.
Mortal ausencia.
Que nace dueña
De mi presencia.
Labios y venas
Cual blanda espiga.
Besos y sangre.
Barcas amigas.
El son del barco
En clara orilla.
Faro pausado.
Malabarista.
La niña tierna
Lugar y agua
Hilo de oro
Es su mirada.
La naranja está madura
Consolación
Del hortelano que lucha
Por su labor.
La barca en el mar salado
Y un corazón
Que busca en él su pescado
Con gran pasión.
En el trigal blanda espiga
Del segador
Que pelea por sus gavillas
Con su sudor.
Que la enfermedad nos cura
El buen doctor
Dándole al cuerpo hermosura
Y sin dolor
En la escuela la enseñanza
Del profesor
Que desplaza la ignorancia
Con gran amor.
Gente sencilla del pueblo
Trabajador
Que bien se busca la vida
Con su valor
Y El político corrupto
Que es un ladrón
Gran vida a base de hurtos
Con deshonor.
Que no nos engañen más
Los mentirosos
Que hay políticos honrados
Y no son pocos