Es viejo nuestro Sistema
Tiene achaques y arrugas.
No le valen engaños ni cosméticos.
Su mal ya no disimula.
Ya no es creible.
Con imágenes de desalojos violentos.
Catástrofes cotidianas,
Escenas trágicas y lamentos.
Desahucios por necesidad,
no por vicio.
Preferíamos con sus máscaras
A estos políticos de oficio.
Defensores de las libertades
Estos banqueros “generosos”
Que al ser desenmascarados
Resultaron ser mafiosos.
A solas con un micrófono
Muestran su faz descarnada.
Si se les mira en el twitter,
Su calavera sarcástica y canalla.
Periodistas de caverna,
Contertulios amaestrados,
Políticos trogloditas,
Portavoces “bien pagados”.
Que en su huida, hacia delante,
Por el camino han dejado
Valores que presumían
Y en su corazón no han estado.
Porque nunca fueron suyos
Tan solo en las apariencias.
Ya vuelven por donde solían,
Con la cara descubierta.
Van tranquilos, a toda vela,
Ya sin pelos en la lengua.
Ya no piensan lo que dicen,
Y si dicen lo que piensan.
Son un coro de batracios
Siempre al sol que más alienta.
Y desahuciados de sus casas
Con la deuda perpetua.
No aceptan dación en pago
Porque no es acción benéfica.
Lo hacen para proteger
“El derecho a la vivienda”.
Dar de comer al hambriento
Y no es misericordia
Los señoritos lo llaman
Un acto de demagogia.
Sé que esto es una crítica
Pero como están los tiempos
No hay lugar para la lírica.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.