2 julio 2013
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17:15
Eres tú luz de sol,
fruta madura.
Fiel esencia de amor,
árbol fecundo.
Espíritu del beso
es tu blancura.
Tú, cáliz de caricias,
placer rotundo.
Gardenias de pasión
Senos ardientes.
Un hechizo feliz,
dicha del alma.
Una dulce tibieza
que el alma siente,
si tus libados besos
mi cuerpo alcanza.
Bonancible pasión,
tu miel silvestre.
Perfumado elixir,
caricia tierna.
Alto vuelo florido
que mi alma enciende.
Suave y tierno veneno
que me gobierna.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.
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2 julio 2013
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13:57
Eres tú, tierna flor
en arrogancia
Eres tú, corazón
en la soberbia,
que te inclinas, amor,
hacia el desprecio
de la dulce pasión
que yo te ofrezco.
Tu camino, tú escoges
sin el mío.
Y sigo, de tus goces,
yo, cautivo.
Ya, el tiempo llegará
que seas olvido.
Y quizás, con el tiempo,
yo lo mismo.
No olvides tú, mi vida,
que esos hijos,
que nos dieron la Luz
de lo vivido,
serán siempre, mi amor
y mis latidos.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.
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2 julio 2013
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01:21
Tú, ya, volcaste el vaso de mi amor.
La mitad por el suelo se ha esparcido
y yo que, a recogerlo, me he atrevido
sólo gotas consigo y por error.
Que fui yo por el mundo de corrido,
mientras tú, te encerraste, en tu sopor.
Y, tal vez, ese fuese nuestro error:
no me crucé contigo en el camino.
Voló de ti el amor que me tuviste.
Te duele, el corazón, por tal motivo.
Sólo quedaron recuerdos muy tristes.
Tan sólo anhelas, de mí, un pronto olvido.
Sin dañar a los hijos que tuviste.
Yo tampoco te quiero, ni te obligo.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.
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1 julio 2013
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20:57
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Nuestra barca está varada
Junto al espigón. Sin vida.
Tú y el hijo caminando.
Y yo sentado en la orilla.
Los caminos se bifurcan.
No llevan al mismo sitio.
Nos quedó en común el hijo
Tenemos más que al principio.
Jamás se rompió una cuerda
si sólo tira una parte.
Siempre es culpa compartida.
Admitirlo no es doblarte
Que cada cual ve su ego
y piensa que es lo más bueno.
Yo y mi razón, tú y la tuya:
La convivencia es veneno.
Porque el amor es entrega
de lo mejor de sí mismo
y admirar de la otra parte
lo mejor, con altruismo.
Siempre, llegado el momento
de, cada cual por su lado,
se debe tener en cuenta
los hijos que se han creado.
Porque nada es para siempre.
-
Para el creyente cristiano,
ni siquiera lo es la muerte.
Tan sólo para el pagano.
Y si el errar es humano
y rectificar de sabios,
tendámonos ya la mano
y dejemos los resabios.
Dejémonos ya de odios.
Seamos ya civilizados.
Ahorrémosle sufrimientos
al hijo que hemos creado.
Autor:Pedro Jesús Cortés Zafra
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30 junio 2013
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19:14
Si bien, la muerte, es reposo;
una tristeza postrera
nos llega de la ignorancia
de lo que después espera.
Y aunque sea luz el espíritu
y afirmen que al cielo vuela,
para los que lo han querido
espinas clavadas quedan.
Porque dolor nos produce
la ausencia del ser amado,
aunque sepa que en la muerte
ya su descanso ha llegado.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.
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30 junio 2013
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12:33
Tus murallas
ya se han desmoronado.
Caducaron tus días,
por la edad, cansados.
Se llevo la muerte:
tu valentía,
y tus ansias de saber
y tu alegría.
Hoy en los campos del norte
andan quejosos los ganados
por las sombras
que hurtaron luz al día.
Que una luna de junio
malnacida
te arrebató
de los que te querían.
No te veré difunto, amigo mío,
que tu recuerdo, en mí,
te dará vida.
Que no muere del todo
quien en vida
siempre intentó sembrar
justicia y armonía.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.
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30 junio 2013
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Tu cabello expande negligencia, desorden de lino joven. Anochece junto al mar, en la bahía, se pliegan de oro las dulces olas como ignoradas pestañas que parpadean la tarde. Brillando, sobre ella, nuestro amor. Tus besos. Nuestros deseos. Mis labios en tu cuerpo. Y... más besos. Son flores de dulzura las curvas de tu cintura. Ocultos por el crepúsculo. Nuestra sagrada aventura lleva el impulso de mi mano a tu espalda. Mis ojos cerrados acarician tus piernas, ahora invisibles. En la bahía, en esta playa, ahora es todo dulce armonía. La exquisitez, de tu piel, pura extensión marina.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.
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30 junio 2013
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Estamos tumbados, amor, en una suite de lujo. Tú, junto a mí, tocable. Es hermoso el limite final de mi vida. Tu piel canela. Y en ella el grito negro, sobre la carne, que es tu cabello, sometido, amasado en dulce desorden, preciso y precioso, colocado.
Desnudos ambos. Con un amor imposible. Amándonos incluso en el entresueño. Impecables tus brazos, tus largas piernas. Paso por ellas, con deseo, mi dedo índice. Avanzo por tus curvas. El toque de mi mano es leve. A derecha e izquierda. Desde los tobillos hasta tu espalda. De ahí subo un solo instante a una oreja y mi mano salta a tus ingles. Nuestros labios se besan apasionadamente. Despierto y no estás junto a mí.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.
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30 junio 2013
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00:27
Ella.
Aventurera, viciosa...
piernas alarmantes, siempre tensa,.
apasionada,
de tacones oscuros y sonoros,
perfectos.
Todo un reptil de cabello negro.
Pura cobra su cuerpo.
Dueña de la noche
con ansia en su cuerpo.
Él.
Junto a ella, un cuerpo largo,
galán fibroso, de llama, duro.
de músculos ágiles.
Un buen chulo,
de magnífica belleza
Seda angular su rostro
y hueca su cabeza.
Deseo silente su piel
Tan fina como el vuelo
de aleteantes aves
de aguas dulces, de miel.
Ella.
Húmedas toallas,
ojos turbadores,
albas largas,
días de palabras soeces.
De noche, maravillosa,
cocaína y pies ardientes
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.
Published by pjczafra
29 junio 2013
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19:45
Es sórdido escenario:
vida de hombres de tornado,
de mujeres de peltre,...
agradeciendo. al mundo viciado,
la “belleza” del gramo de coca
que con sangre y salud se han logrado.
O el adolescente que, en ginebra,
llega a estar de los problemas enajenado.
En el filo de los dioses se creen,
vendiendo sus reinos por mil pelas.
Sus cuerpos, sin ser dueños
de hermosuras ni de sueños,
van ahogando, en la droga, sus mil penas.
Autor Pedro Jesús Cortés Zafra.
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