Sabemos que no es nueva la desmemoria,
desde las catacumbas de la historia,
existen los olvidos.
Se han cubierto siglos
por membranas cenicientas,
remendados párpados, bocas desiertas.
Coordenadas de un misterio, de liturgias cubiertas,
con vocabulario de pasiones desiertas.
Llegando a ser, sus propios pensamientos,
conjuros secretos
de opacas desmemorias.
La médula del cosmos gestó la dispersión,
en minucioso tiempo de otras vidas
confinadas en distancias, de escarcha, perdidas
Los reversos de la humanidad,
desorientación de sí mismo,
a contrasueño, hacia el abismo.
Sus perfiles de historias, sin posible redención,...
en las sombras, sólo silencios y anonimatos.
Grosero antagonismo
de la luz de la memoria.
Girando en espirales de un vacío
espeso de noches.
Cual barca en cuya proa solo hay
un destino de reproches
teniendo por velamen la oculta luna irreverente.
Navegando sobre un lecho de intemperie,
en navío solitario, sin jarcias, contracorriente.
La danza ritual de azul coreografía,
girando, en el espacio vulnerable, cada día.