Quisiera beberte el alma
y lamerte tus adentros...
muy despacito y con calma,
llevarte al último cielo.
Quisiera yo ser tu lágrima,
comprender tus sentimientos,
adentrarme así en tu ánima,
tus tragedias y contentos.
Quisiera ser como el aire
que se expande por los huecos
de tu ropa y abrazarte
la intimidad de alma y cuerpo.
Quisiera ser como el agua,
que baña todo tu cuerpo,
y recorrer tus rincones
y secarme con tu viento.