Tras el silencio...
llegó el viento entre basuras
de descalzas inocencias del universo
y se abrieron grandes ojos
perdidos en la orilla del tiempo.
En una estrella, pisoteada,
crecía la Esperanza
entre escombros momentáneos
que taladraban el sosiego.
Y astillas vagabundas
formaban el horizonte inmenso
donde estaban hundidos
los rumores, de alas, desvencijados
e inquietos.
Naufragaron las lloviznas,
sobre alambiques negros,
en precipicio junto a la nada
cortado
por abandonada navaja de barbero.
Desde el fondo de la ausencia
inquietud de presagios surgieron
y el albedrío de la magia
de arcángeles ciegos
dio esencia inescrutable
a un alba con hachones de fuego.
Y en una antología de frescura
estalló la palabra y nació el mundo nuevo.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.