Es que me gustas a mí…
bello jardín de blancura,
dulce espectro de jazmín,
¡me llevas a la locura!.
Me dejas discreta lluvia
impregnándome la entraña.
Frenética y abismal
sombra tierna que me empañas
el alma con tu dulzura.
Tu olor de rosas tempranas
te hace bestia angelical
que da luz a mi mañana.
También vagamente humana,
Eres tú mujer gemido
cuando tristeza proclamas
sin el lado positivo.
Te prefiero bestezuela
que su libertad reclama,
me gustas más siendo altiva
pues a tí misma te amas.
Con suave sueño oloroso,
de fragancia enardecida,
alegre claror de rosas,
valiente tú, positiva.
Para ti y para los tuyos,
de hermosura cuidadosa.
Me hagas el cuerpo vibrar.
con tus tímidas lisonjas.
Y que el fulgor de tu llama
se prenda con mi mirada
cuando en silencio en la cama
un terso roce de nada
haga saltar por el aire
la alegría en nuestros pechos.
Que a paz, amor y armonía
tengamos siempre derecho.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.