Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
16 agosto 2012 4 16 /08 /agosto /2012 18:45

 

 

Yo, en mi soledad de esta ciudad, paseo evocando leyendas. Necesito refrescar mi espíritu y relajar mi cuerpo. Se acercan los exámenes finales. Me queda una larga noche de codos en la mesa.

 

Por los grandes ventanales de cristal, veo, en el oscuro rincón, la bruma espesa de frío y de tristeza de una taberna. En las ciudades estos sitios son tan impersonales que si no vas acompañado, da pereza entrar. Risueños, charladores, tres estudiantes arrojados a su primera pasión “eterna”, bebiendo cerveza. Buscando el mar en su ola de salmuera. Brindando por el amor “que nunca acaba” “que será para siempre”.

 

Cerca, en la otra acera de la calle, el río murmura y recorre la tierra a la que vine a estudiar. En su orilla, dos amantes parecen discutir con voz trémula. La bruma de esta primavera oculta las lágrimas que presiento.

Después del río, sobre el muerto campo que se aloma y oculta otro horizonte, siempre me dijo mi madre que se esconden los viñedos verdes. En ocho meses no he tenido tiempo de ir. Mi madre nació en una casita de aquel lugar, aunque con cinco años se trasladó con su familia al que ya es nuestro pueblo, a cincuenta kilómetros de aquí. Dice que de niño vine algunas veces. Veníamos por la autopista que pasa a cinco kilómetros, por el otro lado, paralela al río y , la verdad, desde este lado no soy capaz de imaginar terrenos y casas conocidas tras las lomas yertas y abandonadas. Que estremecen el alma.

 

Hace viento. La joven que discutía viene sola. Visiblemente nerviosa. Es bella, de carnosos labios que prometen besos ardorosos. Con ella flotaba en el aire la tristeza. Acabada su ronda de sollozos, aunqueda unas lágrimas que su riza cabellera acaricia. Se limpia la cara con su mano. Al verse sorprendida en el gesto, esboza una sonrisa. En ese momento creo reconocerla. Sí, es compañera mía de aula en la facultad, aunque nunca hemos coincidido para hablar. Se ve que ella también me reconoce, se para. Me mira fijamente y me dice: ¿cómo llevas el exámen del próximo lunes?. - Bien, esta noche espero poder estudiar largo tiempo. --Pues yo, ni lo sé. Ya has visto, era mi novio, hemos hablado de amor, y de alaridos y de quiebra y de encendidos fuegos que se apagan. Así es la vida.

--¿Que estás hoy como para estudiar trigonometría?

 

Movió su cabeza y se le escapó un amplio suspiro. Le propuse entrar a la taberna que minutos antes he visto y tomar un café, que buena falta nos hará para empollar. Acepta, pero a condición de que pague ella y no nos retengamos más de un cuarto de hora.

 

El mismo sitio que antes me pareció frio e inhóspito, ahora me parecía distinto, acogedor, elegante y bonito. Cuando la óptica cambia, el mismo sitio se transforma. ¡¡Bendito destino!! gritaba en mi interior.

 

Me presenté, hablé ininterrumpidamente en un fluir de palabras que escapan de mi boca sin poderlas contener. Soy Franck, para los amigos, el triste, de frío rostro y ojos ardientes, el soñador, el matemático poeta; mi grito son músicas guerreras con versos enfermizos sobre llanuras blancas donde las almas vibran cual las hadas en el horizonte infinito. El de los versos de sus poemas vagos. El que ha de morir de intensos ocasos, tras ayudar a los obreros en las campestres faenas. Siempre brindo por episodios dolorosos que mi alma ha narrado...

  • ¡¡¡¡Valeee!!! ¿Puedo yo hablar también?

  • Claro... (Su dedo índice me mostro sobre mi labio su deseo de mi silencio)

  • Me llamo Nuria y siempre brindo por la amistad verdadera.

  • ¡¡Si has terminado sigo yo!! (Su risa cristalina, embellecía la tarde). Yo brindo por mi amada, aunque hasta hoy no te conocía. Muero de amor por tus rizos, soy el poeta del pueblo que vive en las nieblas. Casi siempre voy sólo, evocando mis historietas, pero... eso va a cambiar. Te lo prometo, por todos los muertos de esta hermosa ciudad, que tan solo ellos contemplen las hondas selvas de mis intenciones santas y aniden sus aves en los viejos castillos de mi corazón donde guardo cautivo un enorme amor que se liberará en un mar callado bajo el cielo azul, donde no haya sombras y me tengas entre tus brazos para yo ser tu cantor del Sol y de las mudas iglesias donde suenen para nosotros enérgicas líricas, por mi pálida musa de ojos castos, rubia cabellera que me aguarde de noche en mi buhardilla para besar mi frente plena de rimas aceleradas....

  • ¡¡Tómate el café y a estudiar!!. El lunes nos vemos y además paga tú, ¿no querrás que yo pague después de aguantar todo ese rollo?.

    Y allí me dejó con mi café frío y el corazón...¡¡ohú!!

Cerralba 16 agosto 2012. Autor Pedro Jesús Cortés Zafra.

 

Compartir este post
Repost0

Comentarios

  • : El blog de Pedro Jesús Cortés Zafra
  • : En este Blog, Pedro Jesús Cortés Zafra acumula sus artículos y otros escritos. Mediante ellos pretende expresar sentimientos y pensamientos enredando palabras.
  • Contacto

Archivos

Enlaces