Sobre un camino de sombra,
sin puente de dignidad,
el pié triste y breves pasos,
sin luz y en la oscuridad.
A lo peor, de lo obsceno,
de nuestra historia llegando;
vencida ya la memoria.
Los derechos, conquistados
cuando alegres nuestros ojos
con candidez de muchachos
cortaron fríos de tiempos
súbitamente avanzando,
se los llevó la corriente.
Sí, en las corrientes del agua
y los espejos de nieves,
perdimos la confianza.
Y en los brillos de una copa
por el porvenir brindando
quedaron yertos los dedos...
¡pues nos estaban robando!.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.