Bebió de ti,
Usaste el arma de tu boca.
Y su tiempo, para herirle.
Quedó, enamorado a traición.
Cuajó, tu sangre fría,
En su fuego de amor.
Besos, caricias,...,
Que te reclamó,
Inocente cual paloma.
Para ti fue diversión,
Simple broma.
Amapola
en su costado brotó.
Que tu ritual, el filo
de su torso melló.
Tú, triunfante, sin rubor
Él, sangrando el corazón.
Tu batalla en el aire
Ponía aroma de sangre.
No apartaste tu imprudencia...
Y al fin tuviste su ausencia.
Pero quedaste atrapada
En la red que te ofreció.
Ahora ya no confía
Y tú demandas su amor.
Ya te duele tu victoria
Lunado se retiró
Por fin rehizo su vida.
El destino lo vengó.