1 octubre 2012
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Playa, tiempos casi olvidados, Hoy, muchacha, deja caer su falda. Ayer, viejo pantalón, agujereado... No sé porqué, su figura, me inquieta Me sonrío y me digo:¡Te ha gustado!... Un presente de conchas y de piedras infinito, que guarda el vivir dilatado de la arena... Cuanto poseo frente a su vida plena. ¡Aún no aprendí que enamorarse es sufrir!. Y solo me consuelo de estas penas: Viendo azules de sal, las sombras con bocas de la tarde. Futuro, inmediato, blancas paredes que ahora son sueños. ¡Es que vivo bien, este calor sin fruto! Este ser único, de todos y de nadie, mi dueño, vivir la clara brisa, ser distinto... con dedos de nubes, sin sentido, ser nada bajo el cielo de un mañana halagüeño..