Con el bigote amarillo,
Por el tabaco,
Les cuenta historias muy viejas
El buen anciano.
Historias de peregrinos,...
De trotamundos.
Que él encontró, en su camino,
Cuando él anduvo.
La palidez de sus manos,
Blanca azucena,
Se crispan por la emoción.
Se ven sus venas.
La atenta chiquillería
Está pasmada
Oyendo las valentías
Que les contaba.
Poniendo al revés su gorra
Cuando les cuenta
La vida del Bizco Andrés
Que en parte inventa.
Solo se queda el anciano
La historia acaba
Que ya es la hora del colegio
Y ellos se marchan.