Por orden del sentimiento,
quedan detenidos
tus lágrimas y tus besos.
Las duras leyes, de amor,
se te aplicaran de hecho.
Te acuso de haber llorado
y sufrido en este infierno,
puedes buscarte abogado
para que resuelva el pleito.
Tienes derecho a callar
y a mantenerte en silencio,
pues tu boca, cuando hablas,
siempre entorpece mis besos.
Según las leyes vigentes,
este delito tan cierto,
tiene el castigo siguiente:
día y noche con mis versos,
se te condena a soñar.
Y multa de cien mil besos,
se te obligará a pagar
repartidos por mi cuerpo.
PJCZ.