Cualquier día al acabar
se lleva cosas por siempre
cosas que jamás devuelve
aunque sea un día vulgar.
Minutos irrepetibles,
enigmáticos, vacíos,
que por tener no han tenido
segundos imprescindibles.
En el aire, quedan huellas,
o quizás sobre las cosas,
y aunque les demos mil vueltas
no dejen a la memoria
atarse a instantes vacíos,
olvídense y a otra historia.
Autor: Pedro Jesús Cortés Zafra.