Sólo es un infeliz golfo que se ensaña
Con un humor que oprime y deja yerto.
Él a sí mismo todo honor se ha destituido
Y desvanece en breve todo apacible acierto.
Tiñe de desamparo el abrasador estío,
Es sordo a nuestros ruegos como roca.
La selva de sus leyes oprime la corriente.
Es vivo rayo ardiente, en flecha rigurosa.
Este buen lacayo del vil capitalismo,
Mejor su luz no goces, si yaces oprimido.
Un mal gallego que es capaz de negar
Amiga sombra al creyente peregrino.
Cerralba 29 agosto 2012 Autor Pedro Jesús Cortés Zafra.