Ojos inocentes, llorosos del espanto,
interrogan al irrevocable cielo
que descalza malheridos cantos.
Violencia aguda de las corrientes,
tributan corazones indefensos ,
Habitados por letargos de fiebres,
empujados por tristezas en suspenso,
con ternura enigmática y paciente.
porqué el brillo de relámpago es dañino,
nadie sabe porqué, nadie comprende,
porqué mutila con arpones clandestinos.
Hacia dónde se exiliaron sus arco-iris.
Porqué estallan, de intemperies, en furias.
Porqué desgajan con silbos sus espumas,
en conjuros de tala envilecida y de angustia.
Porqué clava, cual acero, sus puñales,
regando de absurdos nuestras muertes.
Porqué el agua quita vida, y sus señales.