La asignatura de religión, según el anteproyecto del ministro Wert, vuelve a ocupar su preeminente lugar, desplazando a la Ética y a la Educación para la Ciudadanía. (Armas del Diablo, no se deben enseñar)
Su anteproyecto permite
Conceder las subvenciones
A quien segregue por sexos,
Ya suponen sus razones.
Maldicen coeducación
De nuestra Iglesia, los padres.
De mujeres no hay opinión,
Que de madres de la Iglesia
La opinión no es relevante.
Porque el demonio acecha
Entre las faldas de ellas
Y a las pobres almas llena
De perdición y vileza.
Y no pueden estudiar
Sólo piensan en el sexo
Lo dicen los “santos” padres
Que ellos saben de “eso”.
Así estaban ya las cosas
Antes de la democracia,
¡Ese invento diabólico
que arrebató tanta “gracia”!.
Con el ánimo encogido
Y la mano desplegada
A los colegios privados
Les llega una pasta gansa.
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