Por esas gentes “de orden”
que viven la hipocresía,
saludando con sonrisas
a aquellos que matarían,
quiero levantar mi copa
y brindar con alegría.
Yo sé que les caigo mal,
aunque me traten de usía;
tienen la poca vergüenza
de saludarme a porfía.
Por ellos quiero brindar
que conozcan mi desprecio
hacia esa actitud fatal
en este mundo de necios.
Para que tengan salud
y sigan siendo cual son,
que de todo ha de haber
en la viña del Señor.