Con desmayos de tristeza,
suspiros lleva tu pecho.
La niebla en tu sangre forma
rojos lloros por tus suelos.
Entre muros castellanos,
con anillos y collares,
en un retablo de perlas;
encierras tus tristes males.
Los aires de aquestas sierras
vienen castos en la aurora
desgraciada te estás viendo,
ojeras de amor... ¡y lloras!.
Es tu llanto de tristeza
mi princesa de los vientos.
Divina, entre tus riquezas
se mueren tus pensamientos.
Tu nido es un madrigal,
triste, de mármol doliente.
Morena, con tu laúd,
princesa entre aquellas gentes
tienes vivir juglaresco.
Princesa de mármol frío,
enamorada otro tiempo,
casada con un marido
infante de lecho fino
y agua en los ciprerales.
Alondra en el horizonte,
dorada tierra de flores.
tu corazón es un grito
de clavel sin más cimientos
y el rojo color princesa,
se lo han llevado los vientos.
El cofre de tus tesoros
tiene enterrado un puñal
y en lo negro de tus ojos
que añora aqueste arrayán
hay un clavel de tristeza
rojo de profundidad
de amores que en el pasado
te hizo paloma juglar.
A tu jardín el mancebo
llegó con jaca lejana
las ansias se te encendieron
y un viejo amor que te mata.
Pedro Jesús Cortés Zafra.